Origen de las posadas
- Celeste Villalobos
- 22 dic 2024
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El origen de las posadas mexicanas se encuentra en la época colonial, cuando los misioneros españoles llegaron al continente americano y trajeron consigo las festividades religiosas propias del catolicismo. Uno de los ritos que se adaptó a la cultura mexicana fue la celebración de la Navidad, y más específicamente, las procesiones y representaciones relacionadas con el nacimiento de Jesús.
El concepto de las posadas nació en España y se utilizaba como un medio para enseñar a los indígenas acerca de los aspectos cristianos de la fe, particularmente la historia del nacimiento de Cristo. Sin embargo, la tradición adquirió una forma muy peculiar al llegar a México, gracias a la influencia de las creencias y costumbres de las culturas prehispánicas.
En las culturas mesoamericanas, existían rituales y celebraciones que marcaban el paso de las estaciones y el ciclo agrícola, muchas de ellas relacionadas con la búsqueda de refugio o protección por parte de los dioses. Los pueblos indígenas tenían prácticas de homenaje a las deidades con procesiones y danzas, lo que facilitó la fusión de estas costumbres con las celebraciones navideñas.
Las posadas mexicanas tienen un simbolismo profundo, ya que no solo evocan la historia bíblica del nacimiento de Jesús, sino que también representan el acto de abrir el corazón y el hogar a los demás. Durante las posadas, los participantes representan a María y José buscando posada en el pueblo de Belén. Un grupo de personas, que actúan como los peregrinos, va de casa en casa pidiendo albergue, mientras que los anfitriones, representando a los habitantes de Belén, simulan cerrarle las puertas.
El momento culminante llega cuando finalmente, al llegar a la última casa, se les permite entrar y se celebra el nacimiento de Jesús con rezos, cantos y alegría. Esta acción simboliza la apertura del corazón hacia los demás, especialmente hacia los más necesitados.
