Las Playitas de Cuatro Ciénegas en Coahuila
- Celeste Villalobos
- 17 abr
- 2 Min. de lectura
En el árido paisaje del norte de Coahuila, donde uno esperaría encontrar solo polvo y sol inclemente, hay un rincón de agua cristalina que parece salido de otro mundo: Las Playitas de Cuatro Ciénegas. Este lugar es uno de los sitios naturales más impresionantes de México, no solo por su belleza, sino por su valor ecológico y científico.
Las Playitas son una serie de pozas y canales de agua dulce ubicadas dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Cuatro Ciénegas. Se les llama así porque su orilla, de arena blanca y suave, recuerda a una playa, aunque estén a cientos de kilómetros del mar. Sus aguas son tan limpias y cristalinas que reflejan el cielo como un espejo, y varían en tonos que van del verde esmeralda al azul turquesa.
Este ecosistema, aunque pequeño, es único en el mundo. Las aguas de Las Playitas albergan microorganismos y especies endémicas que han existido desde tiempos prehistóricos, incluyendo estromatolitos, considerados una de las formas de vida más antiguas del planeta. Por ello, científicos de todo el mundo han estudiado esta zona como una "ventana al pasado de la Tierra".
Más allá de su valor científico, Las Playitas se han convertido en un destino turístico imperdible para quienes visitan Cuatro Ciénegas. La posibilidad de nadar en aguas puras en medio del desierto, rodeado de dunas de yeso y paisajes que parecen de otro planeta, es una experiencia que combina naturaleza, aventura y desconexión total.
Además, el área cuenta con pasarelas, zonas designadas para el nado, vigilancia ambiental y guías capacitados que explican la importancia de proteger este delicado ecosistema. Las visitas están reguladas para evitar el deterioro del lugar, lo que ha permitido su conservación y reapertura al público bajo estrictas normas ecológicas.
Las Playitas fueron cerradas por más de dos décadas debido al daño ambiental que sufrían. Gracias al trabajo conjunto de biólogos, autoridades y comunidades locales, el sitio reabrió en 2024 con un nuevo modelo de manejo responsable. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar del lugar sin comprometer su equilibrio natural.